domingo, 25 de septiembre de 2011

Rumbo a Nordkapp Parte 1

Segundo intento.

Antes de empezar les cuento que el pueblo en el que caimos, se llama Gjovik. Resulta ser sede de las olimpiadas de invierno de 1994 con su villa olimpica y estadio subterraneos mas grandes hecho debajo de una montaña. La ciudad nos parece increible desde nuestros nuevos vehiculos observamos sus lagos, y el resto del paisaje mientras nos alejamos rumbo al norte.

Con algo menos de esperanzas pero el doble de ganas de llegar, partimos hacia lo incierto. Creo que si las cosas se hubieran dado de otra manera, tal vez no hubieramos valorado tanto lo que vivimos los siguientes 5 dias.

Nuestra primer parada fue en un P frente a un lago. Los paisajes fueron colmando cada vez mas nuestras espectativas y cuando creimamos ya no sobrepasar nuestro asombro, caimamos nuevamente en la realidad de lo maravilloso del paisaje.

Cuando llegamos al Glaciar de Briksdal nuestro asombro fue aun mayor, parecia irreal el hecho de estar alli cara a cara con tal magnifica obra de la naturaleza.

Helados lagos de aguas color verde agua, formaciones montañosas y formaciones de hielo que habian existido por años, estaban ahi esperandonos para que pudieramos ser parte de ellas.

Con Anita piramos. Todos estabamos exitados y emocionados, no sentiamos frio (aunque lo hacia) y la lluvia no nos detuvo ni por un segundo. El recorrido hasta el Glaciar duraba 45 minutos caminando, y a medida que ibamos avanzando el paisaje se ponia cada vez mejor.
Cuando llegamos al glaciar, no puedo explicarles lo que senti en ese momento. Tenia ganas de llorar y solo me daba vuelta buscando a Anita que venia mas atras para compartir ese momento con ella.

El agua estaba helada, ya no llovia y el aire estaba caliente probablemente por algun fenomeno natural relacionado a los glaciares, las montañas y quien sabe que mas.
Como niños inconscientes fuimos directo a la cuna del glaciar, ignorando los carteles que decian lo de siempre "PROHIBIDO PASAR, PELIGRO DE MUERTE, CAEN ROCAS DE HIELO" o algo por el estilo.
Resulta obvio decir que lo que vimos alli sobrepasaba nuevamente todas nuestras expectativas.  

Lo siguiente fue el paseo en ferry por el fiordo Geiranger, uno de los fiordos mas conocidos y reconocidos por la UNESCO. Pero el paseo en las camionetas desde arriba fue aun mejor que el paseo desde la boca del fiordo. No teniamos mucho tiempo, "Habibi, 5 minutos para fotos y nos vamos".

A la noche paramos en un camping por suerte para nosotros toco ducha, y asi poder tirar unos dias mas en P.

A la mañana siguiente arrancamos rumbo a Cabo Norte. Esta vez solo salimos la camio utilitaria, y el auto es decir la camio de Nico y la nuestra. Por un tema de tiempos y de intereses dejamos atras a Habibi, aunque esperabamos que nos alcanzaran en el camino, cosa que nunca paso.
Ese dia tuvo una parada esperada: La ruta del Atlantico. Uno de los destinos por los que Anita ansiaba pasar y a nosotros no nos costo acompañarla. Se trata de una carretera de aproximadamente unos 12km que cruza sobre el atlantico y pasa sobre algunas islitas. Es algo corta pero los paisajes estan de mas, y tuvimos la suerte de ver delfines aunque no muy de cerca. Almorzamos alli en una parada y seguimos la ruta hacia el Cabo.

Esa noche paramos en un P, estabamos cansados, con hambre y en medio de una discusion por ver como haciamos la mañana siguiente, Marcelo interrumpe de una manera muy graciosa que no recuerdo exactamente, pero digamos que fue algo asi: "tan perdiendo el tiempo y si les digo que hay una aurora boreal en este momento que me dicen"....
Chan!!! mire casi que instantaneamente al cielo. No terminaba de procesar lo que estaba viendo, empece a gritar como una desquiciada " me muero!!! es una aurora boreal!! Anitaaaaaa es una aurora boreal, la re c......, y la estamos viendo".
Ahi Anita salto como loca algo parecido a lo que habia pasado anteriormente conmigo pero tan exaltada o mas que cuando mete un gol Nacional, o cuando se jugo el mundial; en fin rompe la bombita de luz entre tanta locura.

Acto seguido uno por uno buscan sus Nikon D3000, Lumix, Kodak y salen como desorbitados a sacar fotos de aquella nube verde que se dibujaba en el cielo.
De nube paso a ser una luz cada vez mas intensa y luego pudimos observar como se movia en la noche y de repente parecia desaparecer. Duro algo asi como 10 o 15 minutos, pero fue algo increible!!

Luego de eso tengo que decir que me costo dormirme.
Nuevamente notamos como la naturaleza volvia a sorprendernos.










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